A través de la correspondencia diplomática mantenida entre los Ministros Plenipotenciarios enviados a Madrid y Lisboa y sus respectivos gobiernos, se trata de una amplio bosquejo de las relaciones hispano-lusas de las segunda mitad del siglo XIX y primeros años del XX. La presencia del ideal iberista y , sobre todo, la firmeza del recelo portugués por verse absorbido o anexionado por el pais vecino, condicionaron en gran manera la política exterior de los sucesivos ministerios españoles y portugueses de esa epoca, enrareciendo y dificultando las relaciones entre ambos estados. No obstante, fue principalmente la política interior, los intereses de los distintos partidos de uno y otro pais, lo que hizo del iberismo y del anti-iberismo un recurrente y útil instrumento en sus pugnas políticas. Un ambivalente proceso que supuso, en el caso portugués, el desarrollo de una fuerte identidad nacional, mientras que para la formación y consolidación del nacionalismo español representó, por el contrario, un ingrediente distorsionador