http://opendata.unex.es/recurso/ciencia-tecnologia/investigacion/tesis/Tesis/2012-5

El oído interno de vertebrados es un complejo sistema de cavidades interconectadas y conductos responsables del equilibrio y la audición. El esbozo ótico surge desde una porción del ectodermo cefálico, llamado placoda ótica, la cual se invagina y posteriormente se cierra para dar a la vesícula ótica. Durante el desarrollo embrionario, se somete a importantes cambios morfogenéticos los cuales conducen a la formación de la compleja estructura tridimensional. En el oído interno adulto de mamíferos, la porción vestibular, implicada en el equilibrio, esta constituida por dos máculas (mácula del utrículo y mácula del sáculo), y tres crestas asociadas con sus canales semicirculares: anterior, lateral y posterior. En aves, hay dos máculas adicionales: a mácula neglecta, en la región vestibular, y la mácula de la lagena, en la parte distal del conducto coclear. Las crestas detectan la aceleración angular o rotación, mientras la mácula del utrículo y la mácula del sáculo detectan la aceleración linear o gravedad. La porción auditiva, la papila basilar en aves o el Corti en mamíferos, detecta los sonidos (Bissonnette y Fekete, 1996; Torres and Giráldez, 1998).La adquisición de todas las competencias del primordio ótico es probablemente el primer paso en el desarrollo del oído interno, comenzandp en estadio de gastrulación. Lo primero de todo, la especificación del dominio preplacodal y la posterior determinación de su destino ótico por la inducción de señales desde el neuroectodermo adyacente y el mesénquima subyacente. A medida que avanza en el desarrollo, el esbozo ótico progresivamente va adquiriendo su identidad, finalmente adquiriendo un estado irreversible de determinación celular (ver Ladher et al., 2000; Baker y Bronner-Fraser, 2000; Ohyama et al., 2007; Whitfield y Hammond, 2007). Así, el desarrollo del oído interno tiene al menos tres precursores celulares: (1) neuroblastos, implicados en la formación del ganglio acústico-vestibular; (2) precursores sensoriales, los cuales generan células de soporte y células ciliadas; y (3) precursores no sensoriales, los cuales darán a las células epiteliales y secretoras (Álvarez et al. 1989; Lang y Fekete, 2001). Durante el desarrollo del oído interno, los diferentes tipos celulares surgen en una correcta posición espacial. El establecimiento de los compartimentos en el epitelio ótico podría ser esencial para la identificación regional y la especificación del destino celular correspondiente a los dominios de restricción clonal definidos por los límites de dominios de expresión génica (Fekete y Wu, 2002), como ocurre en otros sistemas (Drosophila, Meinhardt, 1983; rombencéfalo, Lumsden et al., 2004). Las diferentes interacciones moleculares las cuales regulan la inducción, especificación, y determinación de los ejes del esbozo ótico, especialmente los ejes dorso-ventral y antero-posterior, han sido el foco de estudio en biología del desarrollo en las última década

Literals

  • ou:tribunal
    • Gañán Presmanes, Yolanda (Vocal)
    • Alvarez Miguel, Ignacio Santiago (Vocal)
    • Schimmang, Thomas (Secretario)
    • Puelles Lopez, Luis (Presidente)
    • Navascues Martinez, Julio (Vocal)
  • dcterms:creator
    • Sánchez Guardado, Luis Óscar
  • dcterms:identifier
    • 2012-5
  • dcterms:director
    • Rodríguez Gallardo, Lucía (Codirector)
    • Hidalgo Sánchez, Matias (Director)
  • dcterms:description
    • El oído interno de vertebrados es un complejo sistema de cavidades interconectadas y conductos responsables del equilibrio y la audición. El esbozo ótico surge desde una porción del ectodermo cefálico, llamado placoda ótica, la cual se invagina y posteriormente se cierra para dar a la vesícula ótica. Durante el desarrollo embrionario, se somete a importantes cambios morfogenéticos los cuales conducen a la formación de la compleja estructura tridimensional. En el oído interno adulto de mamíferos, la porción vestibular, implicada en el equilibrio, esta constituida por dos máculas (mácula del utrículo y mácula del sáculo), y tres crestas asociadas con sus canales semicirculares: anterior, lateral y posterior. En aves, hay dos máculas adicionales: a mácula neglecta, en la región vestibular, y la mácula de la lagena, en la parte distal del conducto coclear. Las crestas detectan la aceleración angular o rotación, mientras la mácula del utrículo y la mácula del sáculo detectan la aceleración linear o gravedad. La porción auditiva, la papila basilar en aves o el Corti en mamíferos, detecta los sonidos (Bissonnette y Fekete, 1996; Torres and Giráldez, 1998).La adquisición de todas las competencias del primordio ótico es probablemente el primer paso en el desarrollo del oído interno, comenzandp en estadio de gastrulación. Lo primero de todo, la especificación del dominio preplacodal y la posterior determinación de su destino ótico por la inducción de señales desde el neuroectodermo adyacente y el mesénquima subyacente. A medida que avanza en el desarrollo, el esbozo ótico progresivamente va adquiriendo su identidad, finalmente adquiriendo un estado irreversible de determinación celular (ver Ladher et al., 2000; Baker y Bronner-Fraser, 2000; Ohyama et al., 2007; Whitfield y Hammond, 2007). Así, el desarrollo del oído interno tiene al menos tres precursores celulares: (1) neuroblastos, implicados en la formación del ganglio acústico-vestibular; (2) precursores sensoriales, los cuales generan células de soporte y células ciliadas; y (3) precursores no sensoriales, los cuales darán a las células epiteliales y secretoras (Álvarez et al. 1989; Lang y Fekete, 2001). Durante el desarrollo del oído interno, los diferentes tipos celulares surgen en una correcta posición espacial. El establecimiento de los compartimentos en el epitelio ótico podría ser esencial para la identificación regional y la especificación del destino celular correspondiente a los dominios de restricción clonal definidos por los límites de dominios de expresión génica (Fekete y Wu, 2002), como ocurre en otros sistemas (Drosophila, Meinhardt, 1983; rombencéfalo, Lumsden et al., 2004). Las diferentes interacciones moleculares las cuales regulan la inducción, especificación, y determinación de los ejes del esbozo ótico, especialmente los ejes dorso-ventral y antero-posterior, han sido el foco de estudio en biología del desarrollo en las última década
  • ou:programaDoctorado
    • Investigación Biomédica Y Biotecnología
  • dcterms:subject
    • Citologia
  • dcterms:title
    • Mapa De Destino Y Estudio De Vías De Señalización En El Desarrollo Del Oído Interno De Pollo
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