La ramificación de la raíz es uno de los principales determinantes de la arquitectura de la planta. Además de suministrar anclaje, las raíces laterales contribuyen a la eficiencia en el uso del agua y facilitan la extracción de nutrientes del suelo. Las raíces laterales se forman a partir de un grupo de células del periciclo llamadas células “fundadoras” del periciclo. Estas células sufren un patrón definido de divisiones celulares para formar nuevos centros meristemáticos que se desarrollan como primordios de raíces laterales. La iniciación y desarrollo de las raíces laterales es un buen modelo de organogénesis vegetal, ya que es fácilmente accesible a la observación y experimentación. Además, la formación de raíces laterales puede inducirse por la aplicación exógena de la fitohormona auxina. Por estas razones, el desarrollo de las raíces laterales constituye un excelente modelo de estudio de los mecanismos de formación de órganos en plantas.