Desordenar un material puro puede cambiar sus propiedades y en algunos casos hacerlos mucho más atractivos en aplicaciones tecnológicas. Podemos citar, como ejemplo, que en presencia de un campo magnético alto los superconductores desordenados mantienen la conducción de corriente sin resistencia, mientras que los superconductores puros generan resistencia. Por otra parte, los sistemas frustrados son sistemas con una serie de ligaduras que hacen que los vínculos energéticos no se puedan satisfacer de manera conjunta. Su significado en física es el mismo que en la vida diaria (un conjunto grande de personas está generalmente frustrado, ya que es imposible que todos los miembros del grupo sean amigos entre sí: si A es amigo de B y enemigo de C, ¿puede C ser amigo de B? ¡Frustración!). Esto hace que estos sistemas presenten un gran número de mínimos de energía que hacen que su comportamiento se complique bastante. Si añadimos desorden y frustración obtendremos un denominado "sistema complejo", que estudiamos mediante diversas herramientas, con especial énfasis en su simulación en ordenador.