La comunicación mediada electrónicamente forma parte de la vida de las personas desde hace ya más de 20 años. Esta forma de comunicación, que comenzó con el uso del correo electrónico, ha expandido las posibilidades comunicativas de manera increíble. La expansión de internet, unido a los continuos avances tecnológicos, ha ocasionado un uso masivo de las denominadas “Redes Sociales”, y personas de prácticamente cualquier edad utilizan estas herramientas a diario.Si bien es cierto que los medios tecnológicos han ocasionado la aparición de un nuevo espacio comunicativo (el ciberespacio) que no entiende de límites geográficos ni de husos horarios, las características intrínsecas del medio han hecho que las personas hayan incorporado de manera paulatina una serie de elementos al lenguaje tradicional que hoy en día parecen ser indispensables. El uso de exclamaciones, repeticiones de letras, incorporación de archivos de audio, imágenes y de emojis se encuentra en cualquiera de las conversaciones establecidas en medios virtuales.La unión de todas estas características ha propiciado el nacimiento de un lenguaje que, a pesar de contar con la palabra escrita como vehículo comunicativo principal, incorpora otras muchas herramientas que hacen de él un nuevo idioma comúnmente conocido como Ciberhabla. El presente estudio se centra en el análisis de las redes sociales más utilizadas por niños y jóvenes de distintos niveles educativos. Con ello se pretende conocer de manera profunda cuáles son sus costumbres virtuales, así como el tipo de recursos que emplean para hacer de su lenguaje un idioma adaptado al medio cibernético. Especial atención se pone en el uso que se hace de emojis y emoticonos, elementos virtuales por excelencia, cuyo protagonismo es cada vez más evidente. Si bien es cierto que los emojis son normalmente considerados como un modo de introducir emotividad y sentimiento a los mensajes, ¿Es esta su función principal? ¿Cuál es el objetivo con el que las personas los emplean? ¿Son fáciles de interpretar? Para responder a estas preguntas de investigación, se realizaron dos estudios complementarios. El primero de ellos, se centra en un análisis de contenido de una muestra de mensajes extraídos de cien foros de discusión distintos. Estos foros de discusión, cuyo idioma principal es en la mitad de ellos el español, y en la otra mitad, el inglés, permitieron analizar pormenorizadamente las funciones del lenguaje que estos símbolos tienen dentro del contexto de los mensajes en los cuales aparecen insertos.El segundo estudio se realizó a través de la administración de tres cuestionarios, elaborados específicamente para la investigación. Los tres fueron administrados a una muestra de 709 personas, procedentes de distintos centros educativos ubicados en la ciudad de Badajoz (Extremadura). Las distintas edades y géneros de los participantes permitieron obtener un patrón amplio y pormenorizado de las costumbres y usos de internet, las redes sociales favoritas, el uso que se hace de los emojis (así como su utilidad y comprensión) y las posibles diferencias que ambas variables (edad y género) pudieran introducir.