La preocupación en la comunidad científica por el estudio de las personas con demencia y sus familias es comprensible teniendo en cuenta que podríamos considerar la demencia como la epidemia del siglo XXI. Cobra especial importancia conocer los efectos que el cuidado del enfermo tiene sobre su entorno familiar, prestando especial atención al cuidador principal. Desde una corriente psicológica positiva, podemos preguntarnos cuáles son las bases que ayudan a afrontar de manera adaptativa un acontecimiento estresante, interesándonos especialmente por las consecuencias generadas sobre el desempeño ocupacional del cuidador principal y las repercusiones sobre el funcionamiento familiar general. Bajo estas premisas, el presente trabajo persigue como objetivo principal analizar la relación de la resiliencia y la inteligencia emocional, así como la presencia conjunta de ambas bajo la denominación de “factores protectores”, con el desempeño ocupacional y el funcionamiento familiar en los cuidadores principales de personas con demencia de la Comunidad Autónoma de Extremadura. Previa aprobación por la Comisión de Bioética y Bioseguridad de la Universidad de Extremadura se realizó un estudio de tipo transversal, analítico y descriptivo, destinado a familiares cuidadores principales de personas enfermas de demencia en Extremadura, a través de las Asociaciones de Familiares de Alzheimer y otras demencias de la comunidad. La participación en la investigación consistió en la cumplimentación de un cuaderno de trabajo compuesto por un cuestionario sobre sus datos sociodemográficos, psicosociales y ocupacionales junto a las escalas o instrumentos de evaluación estandarizados destinados a la evaluación de la Resiliencia, mediante la Connor-Davidson Escala De Resiliencia-25 EUR, CD-RISC-25EUR; evaluación de la Inteligencia Emocional mediante la TMMS-24, versión adaptada al castellano por Fernández Berrocal et al en 2004, de la Escala de Rasgo de Metaconocimientos sobre Estados Emocionales, Trait Meta-Mood Scale 48 (TMMS-48) y la evaluación del Funcionamiento Familiar mediante la Escala de Funcionamiento Familiar, Family Adaptability and Cohesion Evaluation Scale, FACES II. La muestra final, previa revisión de errores y aplicación de criterios de selección, quedó conformada por un total de 144 cuidadores principales. Los análisis y las representaciones gráficas se llevaron a cabo en IBM SPSS Statistics versión 21. Se consideró que las diferencias observadas eran estadísticamente significativas para valores de p≤0,05. Los resultados concluyen que los cuidadores principales de familiares con demencia que presentan niveles más altos de resiliencia y de inteligencia emocional presentan una mejor percepción del tiempo que pueden emplear en las áreas de autocuidado y ocio dentro del desempeño ocupacional, así como una mejor percepción de la satisfacción sobre el mismo. Respecto al funcionamiento familiar, los cuidadores que presentan mayor nivel de resiliencia e inteligencia emocional, describen una situación de mayor adaptabilidad y cohesión. La tercera y nueva variable generada, “factores protectores”, se relaciona fundamentalmente, con los mejores niveles de autocuidado, dentro del desempeño ocupacional, y de adaptabilidad, dentro del funcionamiento familiar. Por último, existe una correlación significativa y positiva entre resiliencia e inteligencia emocional, de tal forma que a mayor grado de una, aumenta la otra. Los resultados encontrados asientan bases para el comienzo de la intervención con la población de estudio sobre el tema tratado. A la vez, avalan la ampliación futura de la investigación en líneas similares sobre la intervención y prevención a nivel psicosocial, buscando atender y dar respuesta a los problemas existentes de los familiares cuidadores principales de personas con demencia. La amplia población afectada, motiva a poder considerarlo un tema de prioridad en salud pública así como de responsabilidad social.