Las sociedades globalizadas del siglo XXI precisan de unas Ciencias Sociales escolares que ofrezcan conocimientos, explicaciones, instrumentos y competencias para hacer frente a los complejos problemas sociales a los que nos debemos enfrentar: pobreza, aporofobia, xenofobia, crisis económicas y de salud, intransigencias y radicalismos, violencias (de género, política), etc. Aspecto fundamental de esta línea de trabajo es la formación y desarrollo del pensamiento histórico</em> (Historical Thinking</em>) en los futuros docentes de Ciencias Sociales. Esta línea de investigación está contemplada en la agenda internacional y se muestra vinculada a la nueva educación histórica. Otras cuestiones a trabajar son: humanidades digitales, trabajo con fuentes primarias, fomento del “método del historiador”, introducción en el conocimiento epistemológico de las humanidades.